Se considera fiebre al aumento en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o patología. En el caso de los niños al igual que en los adultos la temperatura corporal está igual o por encima de estos niveles: 38°C medida en las nalgas (rectal) y 37.5°C si la medida se realiza en la boca o axilar, que constituye el método mas fiable y extendido.
En el caso de que su hijo tenga fiebre hay ciertas recomendaciones que les serán útiles:
Intente mantener a su hijo hidratado ofreciéndole abundantes líquidos sin forzar ya que con la fiebre los niños pierden líquidos por evaporación. Intente mantener una temperatura ambiental agradable sin abrigar en extremo. La alternancia de antitérmicos no es recomendada. La dosis del antitérmico a utilizar debe ser la recomendada por su pediatra, y su eso tiene como objetivo evitar que el niño este molesto lo cual se logra disminuyendo la temperatura a 38º-38,5ºC. La causa más frecuente en los niños es una infección vírica.